La semana pasada estuvimos analizando las diferentes fuentes de las que un empresario, pyme, autónomo o emprendedor puede “beber” para financiar un negocio o proyecto. Repasamos fórmulas de financiación tradicionales y otras más novedosas. Pero de poco serviría esta información si, desde el blog del centro de negocios en Madrid, Castellana Business Center no completamos lo expuesto dando respuesta a la siguiente pregunta: ¿cuándo es el momento de financiar?
Los especialistas como la directora adjunta del Venture Lab de IE Business School, Liz Fleming, defienden la idea de que recurrir a un inversor debería de ser “la última opción” para un emprendedor. Hay que tener siempre presente que, además de inyectar “una potente suma de dinero, se lleva una participación de la empresa”.
Precisamente por esto, antes hay que examinar y valorar las diferentes opciones que existen. Según en la etapa en la que nos encontremos, unas están más indicadas que otras.
Veamos una por una:
Se considera primera etapa a los tres primeros meses en los que se van a necesitar entre 20.000 y 30.000 euros. Éstos se utilizarán para realizar el proyecto, el diseño del negocio y, si fuera posible, para la fase de test del mismo. Según los expertos, la fuente de financiación más idónea en este paso es la financiación propia y la de amigos y familiares.
En la segunda etapa, que es aquella que va desde los seis a los doce primeros meses, se necesita de media entre 100.000 y 200.000 euros. En este ciclo, el proyecto ya superó la fase de prueba y es el momento de que eche a andar. En este caso, la fuente de financiación es variable. Se estima que un 75% puede ser privada (para lo que se puede recurrir a business angels y particulares) y más del 25% puede ser de carácter público, a través de instituciones como ENISA, o comerciales a través de créditos bancarios.
Se considera la penúltima fase, es decir, la tercera etapa la que transcurre a partir de los 18 primeros meses de vida de una empresa y en la que son necesarios desde medio millón hasta un millón euros. Es el momento en el que el negocio funciona y en el que los indicadores apuntan a que éste debe crecer. En este caso, la fuente de financiación recomendada por los expertos son los fondos de capital riesgo especializados en fases iniciales.
Por último, la cuarta etapa, aquella que se da a partir de los dos primeros años de vida de la empresa se estipula que, de media, se necesitan entre dos y cinco millones de euros. Este capital es necesario para consolidar el proyecto y salir a otros mercados extranjeros, creciendo internacionalmente. En este caso, se recomienda acudir a fuentes de financiación tales como los fondos de capital riesgo más generalistas y de desarrollo.
Las soluciones que ofrecemos desde el centro de negocios en Madrid, Castellana Business Center, para reducir la inversión en la medida de lo posible pasan por el alquiler de despachos, la domiciliación de sociedades o las oficinas virtuales. Si precisa más información, no dude en contactarnos. Mientras nos volvemos a encontrar… ¡Feliz semana!