¿Hay algo más español que el ir de cañas?
La cerveza artesana se ha puesto de moda y de qué manera. Ha creado tendencia y aunque ha estado considerada como la hermana pobre del vino, por tratarse este último de un producto que parecía más serio, la cerveza se ha instalado en los bares y se ha hecho un hueco por derecho propio en la alta gastronomía. Una revolución culinaria que sube como la espuma.
Nuestro país, es un gran consumidor de cerveza. Se beben más de 3.000 millones de litros de cerveza al año, unos 48 litros por persona, mientras el consumo de vino está en 18 litros por persona al año.
El maridaje de la cerveza en ocasiones supera a las del vino, ya que al haber tanta variedad puede combinar mejor con los platos, una combinación que está seduciendo especialmente al público femenino.
En él universo gourmet la máxima es rememorar al pasado, intentando encontrar los placeres sencillos y auténticos.
La cerveza es uno de los productos más antiguos de la humanidad. Se cree que allá por el año 10.000 a C ya existía en Mesopotamia y Sumeria. Los chinos curiosamente elaboraban la cerveza de igual forma que las civilizaciones precolombinas de América. Utilizaban el maíz en lugar de cebada. En la antigua Britania se elaboraba la cerveza a base de trigo malteado, antes de que la cebada fuera introducida por los romanos.
La materia prima principal de la cerveza es la cebada. La existencia de este cereal se remonta aproximadamente al 3000 a. C.
La cerveza era uno de los componentes principales de la dieta de los primeros colonos, por contener muchas proteínas e hidratos de carbono, esto la convertía en una bebida muy nutritiva, consumida tanto por campesinos como por la nobleza, así como los monjes durante el ayuno.
Aproximadamente sobre el siglo XV, se descubre otra versión de cerveza. Los mercaderes de Flandes y Holanda introdujeron el Lúpulo en su elaboración, lo que le daba un sabor amargo. La cerveza que contenía lúpulo se denomino “cerveza” y a la que carecía de este ingrediente “ale “.
Los monjes europeos salvaguardaron el saber literario y científico, además del arte de la elaboración de la cerveza. Refinaron el proceso hasta la perfección e institucionalizaron el uso del lúpulo por sus propiedades conservantes, pero fue Luis Pasteur el que dio el paso final. Hasta entonces se dependía de la levadura natural que trasportaba el aire para que se produjera la fermentación. Pasteur demostró que la levadura es un microorganismo vivo, e hizo posible el control de la transformación del azúcar en alcohol
Para finalizar, comentaros que el día de San Patricio es sin ninguna duda una de las fechas en las que se consume más cerveza en todo el planeta. Millones y millones de pintas por todo el mundo.