En el último barómetro de 2013 elaborado por KPMG sobre “El futuro de la empresa familiar en España”, para el 67 por ciento de los encuestados era muy importante mantener una buena comunicación entre las distintas generaciones que componen una empresa familiar.
La falta de comunicación crea una serie de problemas tanto para los miembros de la siguiente generación en proceso de incorporación a la empresa como para los directivos, no familiares, que participan en la gestión.
La comunicación es un proceso vital en las empresas. Por eso, cuando hay poca comunicación o se utiliza un proceso inadecuado, con casi toda seguridad aparecen los conflictos que se materializan en malos entendidos, rumores, discusiones y malas relaciones personales.
La comunicación en la empresa familiar debe combinar los elementos propios de la comunicación familiar -afectiva, informal, implícita, condicionada por los roles familiares (padres, hijos, hermanos)- con la comunicación que se practica en la empresa: operativa, formal, explícita, condicionada por la profesionalidad y basada en jerarquías y competencias.
El espacio y el sueño personal
Es importante para cada miembro de la familia tener un espacio y poder desarrollar su sueño personal. En la empresa familiar, la construcción del sueño es fundamental para su supervivencia a medio y largo plazo. La empresa familiar necesita hacer compatibles la existencia del sueño compartido de la familia empresaria, con el desarrollo del sueño personal de cada uno de los individuos que la componen.
Para ello resulta necesario aprender a comunicarse y establecer reglas escritas que regulen las relaciones entre la familia y la empresa. La formación y entrenamiento en habilidades de comunicación, como la empatía o la escucha activa, van a permitir a los componentes de la familia compartir abiertamente sus necesidades y preferencias, tanto personales como empresariales.
Pero en ocasiones este proceso de comunicación interna familiar no siempre es fácil de realizar sin conflictos, debido a que en la familia existe un componente emocional que no facilita precisamente la comunicación. En estas ocasiones la presencia de un mediador profesional puede facilitar ese proceso de comunicación, que lleve a construir acuerdos en un sentido constructivo.
Se ha comprobado que una buena comunicación es el pegamento más sólido e indestructible de la familia, que garantiza la continuidad de la misma y… desde la mediación podemos ayudar en este objetivo.
Jorge Miralles
Socio Director de Acordia Mediación